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Moral católica

El problema es el colapso ético de una sociedad a la que no importa la corrupción. No solo es que se robe, sino que el acusado de robar se defiende señalando lo que roba el otro. No solo es que se mienta, sino que el embustero ni siquiera se preocupa de contradecir al que le increpa, aunque sea en sede parlamentaria. La Iglesia, tan celosa de proteger al no nacido, no parece concernida por la corrupción. Los obispos no salen a la calle para protestar, se ve que no consideran que el asunto tenga suficiente gravedad.

| etiquetas: moral católica , corrupción

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