En 1958, Luke Combs llevó a su mujer al hospital. El motivo de la visita debía ser por algo relacionado con la salud de ella, pero hoy es difícil saberlo seguro. Porque en cuanto el tal Combs puso un pie en el hospital de la universidad de Kentucky (EE. UU.), los médicos le hicieron más caso a él que a ella. Todo por una cosa que a él le daba bastante vergüenza pero que era común en toda su familia: Luke era azul.
|
etiquetas: piel azul , kentucky , fulgate , methemoglobinemia