El ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, cuyo apellido es el más fácil del mundo para escribirlo en un teclado universal “qwerty”, se reunió ayer con los miembros de la Real Academia de la Lengua para comunicarles su audaz y descabellada decisión de dotar de sonoridad a la letra hache del alfabeto. “Sé lo que van a decirme, pero es absolutamente necesario para combatir la crisis heredada del anterior gobierno de Zapatero”, dijo.
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