La supervivencia de Opel se encuentra en juego debido a la crisis del sector del automóvil a nivel mundial y la grave situación de General Motors, que arrastra pérdidas de decenas miles de millones de dólares. Los medios alemanes coinciden en asegurar que por lo menos una de las plantas europeas de Opel deberá cerrar sus puertas para llevar a cabo el plan de saneamiento.
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