En un país que busca mil y una fórmulas alternativas con las que combatir la crisis demográfica nacional y ese envejecimiento imparable, un hombre ha tomado tracción en la nación por ir a contracorriente y, de paso, abrir algún que otro debate. Su nombre: Ryuta Watanabe. Su misión: convertirse en el “dios del matrimonio” superando al mismísimo Tokugawa Ienari, shogun del Período Edo. Tiene 10 hijos, 4 esposas y no tiene empleo desde hace 10 años. Vive oficialmente de los salarios que generan sus esposas y novias.
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Joder con el follarín de la pradera.
Pobres niños, suerte si al menos los considera al nivel de unos perros. Esperemos que las madres vayan algo mejor de la azotea, aunque viendo el tinglado donde se han metido, lo dudo.
El siguiente paso una franquicia.