Mi hija-B

Hoy es el día, por fin mi hija-B se presenta al examen de identificación. Y lo hace por el Partido Futuro Doznas, y aunque no me sé todo el ideario de ese partido, ya que yo tengo documento de identificación por el Grupo Consolidado Técnico y su madre-S es de Proyecto Universal Único. Supongo que debe tener que ver con que su madre-B sea del P.F.D. y hablan mucho por el visiaudio.

 -¿A qué hora es el examen? –pregunté sabiendo de sobra la respuesta, pero por ver si estaba muy nerviosa o no.

-¿Hora lunar o terrestre?

-Esquivando la pregunta, eh, amiga... -dije por el privisi cambiando mi imagen a un pequeño diablillo de color rojo.

-Tranquilo, pa, que pasaré el examen... –respondió mientras cambiaba su cara a una de un oso panda con gafas redondas.

-¿Seguro que no quieres sacar tu identificación con el G.C.T.? Tenemos más ventajas en las máquinas de comida...

-Ya, pero menos en las dispensadoras de agua –repondió soltando una risita malvada, esta vez sin modificar su imagen.

-La Luna es así... debiste quedarte en Nueva Iberia...

-Ya, puestos a hacer locuras, no me saco el documento de identificación y punto... –dijo cambiando su imagen a la de un payaso aterrador.

-No digas bobadas, todo el mundo debe pertener a algún grupo político por ley, y lo sabes...

-No empieces, hay personas que tienen carnets de los tres partidos políticos...

-Rumores.

-Se dice que el director de Lanzaderas del Norte tiene pasaportes de los tres partidos –dijo cambiando su imagen a la de una pirámide de cristal, no tenía ni idea qué demonios quería decir con eso, la verdad, cosas de los jóvenes. 

-Ya y que hay personas sin identificar que sobreviven en la selvas de Siberia... cuentos.

-Bueno, te dejo, pa, que tengo que terminar el turno revisión de válvulas en el sector amarillo...

-Adiós –dije lacónicamente cortando la comunicación.

 Luego me quedé mirando la pantalla y pedí información sobre el programa básico de P.F.D. Al instante un amable joven vestido con los colores del partido, rojo, verde y amarillo comenzó a explicarme nociones de su programa. Le pedí que me explicara las ventajas y a los inconvenientes sociales de ese grupo.

 “Muy resumidamente, ya que entrar en todos los detalles sería complejo y largo, las ventajas serían: Elección directa del animal del año por votación simple. Bono de transporte Tierra-Luna con un descuento del veinticinco por ciento. Mayor dotación de agua anual, pudiendo llegar incluso a una ducha completa cada semana. No hay obligación de usar el uniforme del partido en sus reuniones. Promociones anuales para compra y venta de días libres, pudiendo llegar a sumar anualmente un total de nueve días completos. Libre elección de pareja-S y pareja-B, siempre teniendo en cuenta que no haya una gran diferencia entre ingresos anuales.

Las desventajas, siempre en comparación con los otros dos partidos, se podrían resumir en: Menor dotación alimentaria semanal, por lo que el uso de planificadores de calorias y vitaminas es obligatorio. Limitación del número de viajes semanales permitidos en la Tierra. Obligación de coincienciar a los menores de dieciseis años de que saquen su identificador con el partido. Los hijos-S no tienen cabida en su estructura familar y los hijos-B se integran en las comunas habilitadas a tal efecto. Prohibición de usar el color negro en cualquier actividad o vestuario”.

 Corté la charla de la enciclopedia política. Pensando que los tres partidos tenían sus ventajas y sus inconvenientes, pero en el fondo de mi cerebro pensaba que mi identificación universal era mucho mejor que las otras. Miré la hora en la pared y me di cuenta que debía acercarme al Centro Religioso del C.G.T. donde hoy darían la charla sobre el “Nuevo Ente Cuántico, Melquíades 2.33”, era de obligado cumplimiento, claro.

 -Sí, mi identificación es mucho mejor que las demás –pensé convencido, mientras me colocaba el cubo de color tornasolado en el implante del cuello y un chisporroteo de energía me recorrió el cuello y la espalda-. Ah, mi cubo del C.G.T., qué puede haber mejor.  

 

 FIN