Un británico de 24 años y su compañera de 25 pasarán cuatro semanas en una prisión de Dubái, después lo cual serán deportados del emirato por haberse besado en un restaurante. La sentencia, emitida por un tribunal local, les obliga también a pagar una multa equivalente a US$280 dólares por encontrarse borrachos en un lugar público.
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