"Cuando dejé la facultad había asumido que era depositario de uno de los mayores tesoros de la Humanidad: el Conocimiento. Era (¿es?) un bien que no me pertenecía. Yo lo había recibido de mis predecesores y era mi responsabilidad conservarlo y, a ser posible, mejorarlo para finalmente transmitirlo a mis sucesores. Así había sido durante siglos, así lo habían entendido filósofos como Bernard de Chartres, científicos como Isaac Newton o escritores como Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita".
|
etiquetas: reflexión , conocimiento , mercaderes , templo , filosofia , ciencia , literatura