Al menos 21 delfines han muerto al quedarse varados en una cala de Cornualles (Inglaterra). Otros siete han corrido mejor suerte y han sido rescatados por buzos, veterinarios y guardacostas, que los han devuelto a mar abierto. Se desconoce que ha podido causar tremenda tragedia y un grupo de voluntarios todavía trabaja en la cala donde 3 delfines continúan varados y donde no se descarta que aparezcan nuevos cadáveres. "Esto es extremadamente raro", ha declarado Tony Woodley, portavoz de los buzos.
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