La Republica Checa ha activado el estado de alarma después de que al menos 19 personas hayan muerto y 24 hayan sido hospitalizadas por beber alcohol envenenado. Las bebidas letales, botellas de vodka y ron, contenían metanol, una sustancia tóxica que se utiliza en el mercado negro. La serie de intoxicaciones es considerada por expertos como la peor en más de tres décadas en este país centroeuropeo y ha traspasado ya las fronteras checas.
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