Un particular evangelio apócrifo que es El asombroso viaje de Pomponio Flato, el escritor Eduardo Mendoza ha ido sacando de la chistera a una serie de personajes todavía ignorantes del inmenso peso religioso que adquirirán en el futuro : una María parlanchina, un José resignado y un Jesús niño pero enamorado ya de María Magdalena. El verdadero objetivo de los dardos de Mendoza es toda esa moda histórico-conspirativa que tiene su mejor ejemplo en El código da Vinci: "Esa mezcla de misterio, religión y Carla Bruni".
|
etiquetas: monty phyton , eduardo mendoza , evangelio , novela , brian