Es curioso, la mayoría de los adultos no recordamos experiencias o situaciones vividas cuando teníamos uno, dos o tres añitos. Quizás recordamos un juguete o alguna pequeña cosa en concreto, pero nada más, parece que sufrimos una amnesia relacionada con nuestra más tierna infancia. Lo que contribuye a que apenas tengamos recuerdos es el lenguaje, nuestro aprendizaje durante esos primeros años hasta que empezamos a hablar es un proceso que va reestructurando nuestro mapa de la realidad.
|
etiquetas: aprendizaje , cerebro , hablar , lenguaje , pedres , memoria