Mel Gibson no está en sus mejores momentos. Su ex, Oksana Grigorieva, insiste en que el actor le maltrató en enero, le agredió en la cara, le rompió dos dientes e incluso le amenazó de muerte. Ahora se ha descubierto que el actor no paró entonces de disculparse y excusarse culpando principalmente a los tranquilizantes que tomaba. Aunque los tranquilizantes son para combatir la depresión, ansiedad, insomnio e incluso la abstinencia de alcohol,después de la supuesta agresión le envió un mensaje: "Los tranquilizantes me convierten en un chiflado"
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