Tener un jet a disposición un lujo que otros empresarios con compañías de mayor tamaño no se permiten, encargar Vega Sicilia, costear viajes de 70.000 euros o recurrir, para hacer negocios, al madrileño hotel Ritz, uno de los más caros de España, no parecen prácticas de ahorro de costes en tiempos de crisis. Pues éstos son algunos de los gastos que ha tenido (y aún debe, en muchos casos) la inmobiliaria Martinsa Fadesa antes de declarar la mayor suspensión de pagos de la historia española.
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