1.- Que un relato debe conseguir algo y llegar a algún lado.
2.- Que los episodios de un relato sean partes necesarias del relato y ayuden a desarrollarlo.
3.- Requieren que los personajes de un relato estén vivos, excepto en el caso de los cadáveres, y que siempre el lector pueda distinguir los cadáveres de los demás.
4.- Que los personajes de un relato, tanto vivos como muertos, muestren una excusa suficientemente buena para estar allí.
5.- Requieren que cuando los personajes de un relato tengan una conversación, ésta suene como charla humana, y se hablará como los seres humanos probablemente hablarían en las circunstancias dadas, y deben tener un significado reconocible, también un propósito reconocible y mostrar relevancia, y permanecer en el vecindario del tema en cuestión, y ser interesante para el lector, y ayudar a la historia, y detenerse cuando los personajes no pueden pensar en nada más que decir.
6.- Que cuando el autor describe al personaje en su relato, la conducta y la conversación de ese personaje justifiquen dicha descripción.
7.- Requieren que los personajes de un relato se limiten a las posibilidades y dejen en paz los milagros; o, si se aventuran a hacer un milagro, el autor debe exponerlo de manera tan plausible como para que parezca posible y razonable.
8.- Que el autor haga que el lector sienta un profundo interés por los personajes de su relato y en su destino; y que hará que el lector ame a las personas buenas del relato y odie a las malas.
9.- Requieren que los personajes de un relato estén tan claramente definidos que el lector pueda decir de antemano qué hará cada uno en una situación de emergencia dada.
Mark Twain.