Manifiesto de Unabomber (I)

Como entramos en una época en la que esto tiene pinta de ponerse absolutamente impracticable de comentarios y peleas políticas, voy a aprovechar para cumplir mi viejo propósito de crear una nueva traducción del Manifiesto de Unabomber.

Se trata de una traducción más bien libre, por el procedimiento de intentar poner en otro idioma lo que el autor querían transmitir en el suyo. La versión original es accesible para todos, así que cualquier puede mejorar la mía o simplemente criticarla.

No se trata de estar de acuerdo con el autor: simplemente de seguir sus reflexiones, que me parecen interesante para todos, tanto aquellas con las que estoy de acuerdo como las que me parecen casi chifladuras.

Cuando la acabe, si la acabo, colgaré la traducción completa en alguna parte para que esté disponible libre y gratuitamente para todos.

Al que quiera aportar algo, muchas gracias,

Vamos allá:

La sociedad industrial y su futuro

INTRODUCCIÓN 

1 La Revolución Industrial ha tenido consecuencias catastróficas para la raza humana. Aunque ha conseguido aumentar la esperanza de vida de los que viven en los países desarrollados, a cambio ha desestabilizado la sociedad, ha dañado el gusto por la vida sometiendo a los seres humanos a toda clase de humillaciones, ha multiplicado el sufrimiento psicológico (y también el físico en los países pobres) y ha destrozado el medio ambiente. El continuo desarrollo de la tecnología sólo llevará a un empeoramiento de la situación, sometiendo a los seres humanos a humillaciones aún peores, un daño más grave en el medio ambiente y sufrimientos psicológicos más profundos, que sin duda se convertirán en sufrimientos físicos también en los países más desarrollados. 

2 El sistema tecnológico-industrial puede resultar triunfante o acabar siendo derrotado. Es posible que, si sobrevive, consiga al final reducir el sufrimiento, pero sólo a costa de un largo y doloroso proceso de ajuste, y sólo al precio de degradar permanentemente al ser humano y a otros muchos organismos vivos hasta convertirlos en productos de ingeniería y meros engranajes de la maquinaria social. Y para que el sistema sobreviva, será inevitable privar a la gente de libertad y autonomía. 

3 Y aunque el sistema llegue a fracasar, las consecuencias serán de todos modos muy penosas. Pero cuanto más grande llegue a ser este sistema, más graves y desastrosas serán las consecuencias de su fracaso, así que, si tiene que hundirse, es mejor que lo haga cuanto antes.

4 Por lo tanto, nosotros proponemos una revolución contra el sistema industrial. Esta revolución puede utilizar la violencia o ser pacífica, puede ser rápida, repentina, o puede consistir en un proceso gradual que abarque unas décadas. puede ser súbita o puede ser un proceso relativamente gradual abarcando pocas décadas. No sabemos cual será el camino ni el proceso necesario, pero si trazaremos unas líneas que deben seguirse para que, los que como nosotros detestan este sistema, puedan preparar la revolución que derribe esta forma de sociedad. No se trata de una revolución política, puesto que su objetivo final no consiste en derribar gobiernos sino antes, y sobre todo, las bases económicas y tecnológicas de la sociedad actual. 

5 En este ensayo sólo nos centramos en algunas de los fenómenos negativas que el sistema industrial ha extendido. Otros los mencionaremos muy brevemente o los omitiremos por completo, y no porque nos parezcan de importancia menor sino porque, en aras de la brevedad, preferimos limitar nuestra atención a temas que no han sido hasta ahora convenientemente subrayados. Por ejemplo, como ya existen movimientos bien articulados en defensa del medio ambiente, nos hemos ocupado poco de este tema, aunque lo consideremos de una importancia primordial.