La respuesta debería ser: Para nada. Pero la realidad es todavía peor, pues las asesorías, recomendaciones e instrucciones de expertos internacionales mantuvieron a Malawi durante años al borde de su extinción, causando la muerte y las secuelas del hambre a sus habitantes. En 2005 su nuevo presidente decidió ignorar a expertos y recomendaciones del BM y de los consultores norteamericanos y empezó a otorgar masivamente subsidios a los campesinos. Hoy, dos años después de la decisión de su presidente, Malawi exporta maíz. Vía:
chuza.gl