El Ayuntamiento licita por tercera vez una aplicación que no han podido terminar cinco empresas diferentes. El gobierno local insiste en externalizar pese a contar con una oficina informática con 500 trabajadores. Diez años y al menos 18 millones de euros después, el sistema que debe automatizar los impuestos y las multas apenas tiene operativos dos módulos menores: el de impuestos de vehículos de tracción mecánica y el de ejecuciones sustitutorias, dos áreas de escasa relevancia para las cuentas del Ayuntamiento.
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