Imposible disociar a Burning del barrio que les vio crecer, La Elipa. El nombre de la banda madrileña siempre viaja asociado a las calles donde nacieron sus miembros fundadores, a los bares donde empezaron a escuchar discos de rock and roll y a los locales donde se empezó a construir una leyenda, esa que habla de tipos peligrosos como Jim Dinamita, de garitos como el pub Manivela,
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