Madonna siempre ha sido muy solidaria. De entre sus multitudes de obras benéficas, están los seis orfanatos que creó en Malawi para que los niños que habitan esas tierras puedan tener un futuro futuro digno y un sueño por cumplir. Y aunque esta vez quería estar allí, no pudo visitar Malawi, como había dejado establecido, pero hizo constancia de que les apoya y quiso ser su Santa Claus particular. La cantante llenó de alegría los corazones de los niños, colmándoles con juguetes, caramelos, ropa y chocolates.
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