Lo que hace de esta serie –y de algunas pocas más– un acontecimiento excepcional en el terreno del arte y de la cultura es lo siguiente: televisión y arte, televisión y cultura no suelen formar sintagma. No es común conjugar ni conjuntar esas nociones mediante una conjunción copulativa. Ese medio opaco que es la televisión parece un pararrayos permanente respecto a la maestría serial. Constituye, más bien, con escasas excepciones, un sumidero de los peores instintos y hábitos fomentados por sus administradores.
|
etiquetas: «mad , men» , cultura , masas