El asunto es el siguiente: "Al estar mis libros traducidos a varios idiomas se me dijo – asesor fiscal, legislación fiscal en mano, recomendaciones de la Agencia Tributaria en mano – que la forma más fácil de centralizarlo todo era creando una sociedad. Esto, quede claro, no es ilegal. No se trata de ningún delito. Pues bien, Hacienda decide que ha habido una “ irregularidad” y que yo no podía facturar a través de una sociedad. Y me reclama una cantidad que no estoy en condiciones de pagar..."
|
etiquetas: hacienda