La ciudad de Ceuta se ha convertido en una suerte de limbo para las personas que, después de un largo y duro viaje por toda África en manos de las redes de mafias que controlan el camino, consiguen cruzar su militarizada frontera y entrar en el enclave español... Técnicamente han alcanzado Europa, pero no pueden salir ni pueden trabajar. Tras casi dos años de espera, un grupo de indios, que en un primer momento eran 72, se fugaron del CETI para evitar su eventual deportación. A día de hoy llevan un año acampados en el monte.
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