No han declarado más los galenos por juramento ético, además de los condicionantes legales que obligan a guardar la identidad del donante, etcétera. La operación ha sido todo un éxito, y el anciano comienza a recuperar el habla y todos los movimientos corporales normales que había perdido. Lo interesante, dice el equipo de médicos, psicólogos y psiquiatras, comienza ahora con los cambios y la nueva personalidad que el paciente presenta. Se le está explicando poco a poco quiénes son cada uno de sus nuevos familiares.
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