Le llamaban 'Follonero'. Jordi Évole salía a la calle y su fachada de tipo normal no servía para evitar que la gente recordara a voces sus incisivos comentarios en 'Buenafuente'. 'Salvados' prolongó las referencias humorísticas, hasta que el programa se puso serio, sin necesidad de que Évole cambiara las zapatillas deportivas, los vaqueros de ocasión y las camisas de cuadros por trajes ajustados por el rigor. "El formato ha cambiado. A Jordi ya casi nadie le grita 'Follonero' por la calle"
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