Cada vez entiendo menos la aversión de la Iglesia hacia el sexo y todo lo relacionado con él, excepción hecha de la procreación. Si no es para concebir, el sexo es vicio. Menos aún entiendo a quienes han renunciado voluntariamente a él y desde su alzacuellos imparten doctrina sobre lo que no conocen o no deberían conocer. Que si las relaciones prematrimoniales; que si póntelo, pónselo; que si condón para arriba, condón para abajo y, para concluir, que el mundo está lleno de maricones y estas cosas no pasan por que si.
|
etiquetas: iglesia , sexo , demetrio fernández , obispo de cordoba