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LGM-1, o por qué la falta de explicación no significa extraterrestre

Corría el año 1965 cuando una joven licenciada en Física llamada Jocelyn Bell empezó a trabajar en el grupo de Anthony Hewish para realizar su tesis doctoral en astronomía. Hewish había diseñado un nuevo radiotelescopio que aprovechaba un fenómeno recientemente descubierto (tintineo interplanetario) para buscar quásares, que en aquella época eran una novedad.

| etiquetas: lgm1 , quasares , pulsares , ciencia

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