Los técnicos de la empresa pública Inversión y Gestión de Capital Riesgo de Andalucía, Invercaria, tuvieron que echar mano de la imaginación para montar expedientes con que justificar a posteriori el apoyo financiero del Gobierno andaluz a arriesgadas aventuras empresariales que, en la mayoría de los casos, fracasaron. «¿Y si no hay nada? Se inventa. Entonces es cuando se inventa ¿Vale?». La expresidenta de Invercaria ordenó a dos técnicos que completasen expedientes con datos falsos: «Que Dios me coja confesado», dijo uno de ellos
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