El botín más preciado es la maquinaria, aunque también el más costoso de conseguir. No hay problema. La situación ha llegado a tal punto que los ladrones se valen de "grúas pluma e incluso tráilers" para acceder a las instalaciones agrarias, cargar el material y venderlo a peso como chatarra. "Se han llevado de todo: tractores, trilladoras y hasta máquinas elevadoras; todo lo que pueden achatarrar y revender", explican indignados varios arroceros de Alfafar.
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