La Wii está llegando a donde ningún videojuego había llegado hasta ahora. En el asilo de Lincolshire (Illinois, USA), donde la edad media es de 77 años, la Wii es el último grito. Y lo que más triunfa es el juego de bolos: "yo nunca había jugado antes, pero esto es adictivo", dice Flora Dierbach, de 72 años. Más de 20 residentes se han apuntado a un torneo virtual, y otros enseñan la técnica de los bolos a sus nietos. Todo un descubrimiento. En inglés.
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