Ni tramas hitchcockianas ni ritmos scorsesianos. Cada vez es más frecuente que las ficciones televisivas vendan literatura. Si con Perdidos miles de lectores invadieron las librerías a la búsqueda de las novelas que desvelaran los misterios de la isla, ahora son los editores los que encuentran en las series su aliado perfecto para la promoción, en solapas y resúmenes.
|
etiquetas: television , lectura , libro