"Dentro de diez días cumplo 40 años. Para celebrarlo, voy a crear una empresa con una sede social fantasma en Rumanía, a partir de un simple apartado de correos. Así, mi jefe de prensa y mi asistenta, trabajando en España, se regirán por las leyes laborales y mercantiles rumanas. Cobrarán trescientos euros al mes, y casi no tendrán fiestas". Lucía Etxebarria ejemplifica lo que nos espera con la directiva Bolkestein...
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