"Los icebergs antárticos que vagan libremente por las aguas, alteran directamente el ecosistema marino a su alrededor, convirtiéndose en una especie de alberge flotante, para material orgánico terrestre, pequeñas algas, Krill y aves marinas, tal y como se informa en un artículo publicado esta semana en Science. Los investigadores detectaron a estos viajeros orgánicos viviendo en las aguas ubicadas alrededor de su “gélida base”, y separados de esta por distancias de hasta 3,2 kilómetros."
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