Kabang perdió su hocico por haber saltado delante de una motocicleta para salvar la vida de dos niñas en Filipinas. En ese momento se escapó y apareció, milagrosamente, dos semanas más tarde. La perrera de la ciudad se ofreció para sacrificar al animal, pero su dueño, al ver que la perra no sufría, decidió que merecía seguir viviendo.
|
etiquetas: kabang , perro , accidente