Susana tiene una tienda para madres y bebes en Bilbao. La Junta de Castilla y León le reclama una multa de 1.500 euros por irregularidades en su página web. Esta es la nueva forma de recaudación que tienen al alcance las comunidades autónomas. Cualquier autonomía puede rastrear cientos de webs de pequeños comercios, detectar las más absurdas irregularidades (como no poner el precio por unidad de medida en un producto por ejemplo) e imponer multas, como en este caso, de 1500 euros.
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