Respondiendo a criterios de «austeridad», la Junta cancela el concurso. El pliego especificaba que las cestas de Navidad debían contener una paleta, un salchichón y un chorizo ibéricos; un queso curado de oveja; una botella de ron o whisky de primeras marcas, dos de tinto crianza y una de cava brut nature; dos tabletas de turrón y una caja de bombones. En las ofertas presentadas al concurso se valoraría en un 55% el valor económico, un 30% la calidad de productos, un 10% el origen andaluz de los mismos y un 5% las ideas adicionales.
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