Cualquier alumno que suspende tiene derecho a revisión de examen. El conflicto surge cuando tras la reclamación el aprobado es masivo. Esto ocurre en Andalucía y lo denuncia a El Confidencial la Asociación de Profesores de Instituto (Enseñanza Secundaria y Bachillerato) de esta comunidad autónoma. Los inspectores de la Consejería de Educación han aprobado, al menos un centenar de veces, a alumnos que protestaron por su suspenso. Según la APIA, se trata de una práctica dirigida a un único objetivo: maquillar el fracaso escolar andaluz.
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