Ayer la perrita Laika fue protagonista de un juicio por maltrato animal. Debía sentarse en el banquillo el presunto maltratador, sin embargo no compareció. El 23 de agosto de 2008, según la fiscal, el acusado le dio una brutal paliza al animal. Como consecuencia de los golpes sufrió politraumatismos diversos. Dos días más tarde, tuvo que ser sacrificada. Los golpes que recibió hicieron que le reventaran unas masas tumorales que tenía en el hígado, en el bazo y también los ovarios.
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