Veintidós años después del incendio en Zaragoza de la discoteca Flying, en el que murieron 43 personas y una resultó gravemente herida, los tribunales todavía tienen algo que decir. Un juzgado de lo civil acaba de dictar una sentencia en la que condena al encargado del local, Francisco Lacruz Barrios, a hacerse cargo del pago de las indemnizaciones. Subsidiariamente y como ya ocurrió en la vía penal, declara la responsabilidad de Faustino Martínez, dueño de Flying, aunque será imposible que vean un solo euro.
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