Aunque sus padres se encontraban en Madrid, no tenía permiso de residencia en vigor ni visado de reagrupación familiar, ya que su documentación había caducado. El niño volvía con una amiga de la familia de la República Dominicana después de pasar unos meses con sus parientes. Las autoridades les informaron que en dos horas les repatriarían. La madre contactó con el Defensor del Pueblo. Minutos después de embarcar, las autoridades bajaron al niño del avión y lo condujeron de nuevo a la sala de inadmitidos.
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