La juez Mercedes Alaya, al final del turno del letrado de la Junta de Andalucía, volvió a tomar la palabra para dirigirse a la imputada: "Su historia es difícil de creer". La dueña del restaurante Río Grande declaró durante más de cuatro horas ante la juez para negar que estuviera al corriente de las irregularidades<. La juez le imputa haber contratado a M.J.R.A. "faltándole menos de tres meses para cumplir los 65 años y ello con la finalidad de incluir fraudulentamente a la misma en el grupo de trabajadores afectados por el ERE".
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