¿Es posible poder leer con normalidad un libro hoy en día expuestos como estamos a tanta distracción? El crítico David Ulin confiesa sentirse apresado por una nueva y extraña sensación. Toda su vida había tomado el leer tan en serio como el comer, pero desde hace unos años se ha dado cuenta de que es incapaz de leer ni en su apartamento atestado de libros. Se sentaba a leer por las noches, como siempre había hecho, y tras leer algunos párrafos se encontraba con su mente vagando, implorándole revisar su correo electrónico, Twitter, o Facebook...
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