Admira a la gente que ante la adversidad es capaz de encontrar su camino con esfuerzo y dedicación. Quizá por eso ha elegido uno de los bares que en Madrid gestiona la familia Tarruella, un ejemplo, dice, de superación y éxito. “La madre se quedó viuda con tres hijos pequeños y ahora son propietarios de un imperio hostelero”, cuenta David Colomer, que bien podría ser uno más en la familia Tarruella.
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