El pueblo de Nagoro, Japón, está lleno de muñecas espeluznantes de tamaño humano. No quedan niños, las muñecas son las únicas compañeras de los 27 ancianos que quedan. La población de Japón está disminuyendo, lo que supone un problema para su economía. Hay más muertes que nacimientos, mientras que los jóvenes prefieren permanecer solteros -o casarse con una esposa holográfica- que tener hijos. Mientras tanto, el primer ministro Shinzo Abe ha declarado una política de "feminización" y ha revisado la ley de inmigración para..
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