El mecanismo está controlado por los canales potásicos que son sensibles a una molécula llamada ATP (adenosina trifosfato), explicaron los investigadores. Esos canales o KATP participan en numerosas funciones biológicas, entre ellas la transmisión del influjo nervioso y el ATP suministra en todos los organismos vivientes la energía necesaria para las reacciones químicas de las células. Los autores de este estudio aparecido en 'Cell Metabolism' estiman que este descubrimiento podría desembocar en un nuevo enfoque clínico de la obesidad.
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