Los inspectores de Hacienda terciaron ayer en el debate fiscal para defender el impuesto de patrimonio. En un escenario de recortes salariales, congelación de pensiones y otros ajustes, este colectivo abogó por recuperar el tributo sobre la riqueza, eliminado en 2008. Los inspectores esgrimen un doble motivo: la mejora de los ingresos y "su eficacia para el control tributario". En referencia al Gobierno, Ransés Pérez, criticó que "nadie valore mucho el fraude fiscal" al intentar obtener recursos para las arcas públicas.
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