Se acerca el veranito y con él esos calores que se te pegan al cuerpo cual garrapata, el sudor empieza a bajarte por la espalda y matarías por un rápido chapuzón en una piscina, ya lo veréis pues no queda ya mucho. Pero en Brasil existe una atracción acuática que hará que no solo sudes por el efecto del sol y del calor, sino por los nervios que te provoca el verte sentado al filo del tobogán acuático más alto del mundo. A 41 metros de altura sobre la piscina en la que has de amerizar seguro que más de uno se plantea si vale la pena el chapuzón.
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