Una corte británica ha concedido a un turista una indemnización de 750 Libras (948€) por haber demasiados turistas alemanes en el hotel donde pasó las vacaciones en la isla griega de Kos. El turista indemnizado empieza diciendo "No soy racista, pero...", y acaba quejandose de que el servicio fué prestado en alemán. La sentencia no ha sentado bien a la prensa alemana: el sensacionalista "Bild" recomienda evitar lugares frecuentados por ingleses, como Magalluf en Mallorca.
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