La central nuclear de Garoña contamina térmicamente el Ebro por encima de los límites permitidos y calienta el agua hasta 19 grados en algunos puntos, algo que tiene una gran afección sobre la fauna y la vegetación del río a través de la eutrofización. El responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, exigió ayer a la Confederación Hidrográfica del Ebro, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que revoque la autorización de vertido de agua de refrigeración de la central.
|
etiquetas: garoña , calienta , ebro , 19 grados , nuclear , contaminación , térmica