Mientras el fuego arrasaba con el salón de clases, las súplicas de las 56 niñas encerradas comenzaron a silenciarse. En el momento en que un silencio inquietante remplazó sus gritos de pánico la mayoría estaba inconsciente o había fallecido.Las policías que vigilaban la puerta, quienes se rehusaron a abrirla pese a los gritos, esperaron nueve minutos antes de entrar. Y usaron agua para enfriar la perilla hirviente de la puerta. Adentro, decenas de niñas que estaban bajo el cuidado del Estado guatemalteco yacían sobre el piso ennegrecido.
|
etiquetas: niñas , guatemala , incendio , abusos